Como siempre, despues del salto!
Disfruten!
IV
El Quilombo
Les tomó otros diez días llegar hasta una ciudad. Aunque Polco Arriba no era mucho mas que una treintena de casas desperdigadas que no se habían expandido desde la época criolla, era un pueblo activo y a Ariel (quien había pasados sus once años de vida entremedio de caballos, gallinas y vacas) se le antojaba como un escenario exótico salido de algún cuento. Después de pasar semanas con nada más que naturaleza (la mayoría muerta) ver a tanta gente junta era una sensación sobrecogedora. El gaucho observaba a Ariel y trató de contener una sonrisa. Para el gaucho, el espectáculo urbano le era indiferente. (...)